Las sustancias básicas (acción fitosanitaria) están definidas y enumeradas en el artículo 23 del Reglamento (CE) nº 1107/2009, así como en la Ley sobre el Futuro de la Agricultura, la Alimentación y los Bosques (LAAF) de octubre de 2014.
Estas sustancias básicas representan una alternativa a los productos derivados de químicos sintéticos. Su uso preventivo forma parte de un modo de pensar global creado para el desarrollo de la agricultura sostenible.
A fin de facilitar su comercialización, desde la Ley sobre el Futuro de la Agricultura de 2016 no están sujetas a la Autorización de Comercialización (AMM). Pueden comercializarse libremente tan pronto como las sustancias utilizadas en su composición se enumeran a nivel europeo (para las sustancias básicas)
EN LA PRÁCTICA
- Por lo tanto, las sustancias básicas no están sujetas a una Autorización de Comercialización (AMM), sino que están sujetas a un procedimiento de aprobación europeo simplificado, por un período ilimitado.
- No se comercializan como producto fitosanitario, aunque su inclusión en este registro pueda ser de interés.
- Están aprobadas para uno o varios usos específicos: biofilms, bactericidas, estimuladores de defensas naturales o barreras físicas, modificadores fisiológicos o del PH.
Por lo tanto, cualquier producto compuesto exclusivamente por sustancias básicas, puras o diluidas en agua, está disponible para su venta libre sin restricciones para usos fitosanitarios. En la agricultura profesional, como aficionado, con o sin Certiphyto (Certificado Individual de Productos Fitofarmacéuticos).
El único requisito es que no se añada disolvente o conservante químico.
Actualmente están autorizadas 19 sustancias básicas, de las cuales 10 pueden utilizarse en la agricultura ecológica (UAB).
En la página web de la ITAB están disponibles las fichas técnicas que indican los usos, las dosis y las condiciones de uso de cada sustancia básica.
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