Ácaros en limonero, ¿qué daños causa? ¿cómo combatirlo?

Los ácaros son una subclase de arácnidos de pequeño tamaño formada por numerosas especies. Podemos encontrarlos en todo tipo de hábitats y tienen una alimentación muy variada.

En este artículo nos centraremos en los ácaros fitófagos. Éstos se alimentan generalmente de la primera capa de células de hojas y frutos, inyectando sustancias que digieren los tejidos celulares y posteriormente reabsorbiéndolas.

Son una plaga de gran relevancia en los cítricos porque pueden producir grandes daños en hojas, brotes y frutos, y provocar importantes pérdidas económicas.

A continuación, os contamos qué debemos saber para evitar la plaga o detectarla lo más tempranamente posible y minimizar su impacto en nuestro cultivo:

  • ¿Qué ácaros afectan al limonero?

En cítricos encontramos principalmente dos tipos de ácaros:

  • Eriófidos: son muy pequeños para verlos a simple vista (alrededor de 0,2 mm)

Entre los más conocidos se encuentran el ácaro de las maravillas (Aceria sheldoni) y el ácaro del tostado (Phyllocoptruta oleivora).

  • Tetraníquidos: son más grandes (unos 0,5 mm)

Destacamos el ácaro rojo (Panonychus citri), el ácaro oriental (Eutetranychus orientalis), la araña roja (Tetranychus urticae) y el ácaro de Texas (Eutetranychus banksii).

  • Condiciones favorables para su desarrollo:

Los ácaros que podemos encontrar en los cítricos, generalmente, prefieren temperaturas elevadas y baja humedad. Esto se traduce en que debemos estar muy alerta en zonas secas y en temporada estival, porque es cuando se pueden dar más fácilmente grandes ataques a los cultivos.

  • ¿Qué daños causan?

Podremos observar distintos tipos de daño según la especie de ácaro que ataque al cultivo. En líneas generales serían:

  • Eriófidos: Deformaciones en brotes y frutos
  • Tetraníquidos: Decoloraciones y/o manchas en hojas llegando a perderlas si el cultivo está debilitado y decoloraciones y/o manchas en fruto, pudiendo también afectar al calibre de éste si es un fruto joven.

Además, también pueden transmitir enfermedades entre las plantas de las que se alimentan.

  • ¿Cómo podemos detectarla?

Debido a la gran variedad de especies que hay, podemos encontrarlos en cualquier parte del cultivo.

Será importante tener a mano una lupa para poder observar la presencia de ácaros eriófidos y también estar atentos a las sedas que pueden producir algunas especies de tetraníquidos.

  • ¿Cómo le hacemos frente?

La mejor forma de combatir una plaga siempre es mediante la prevención. El correcto manejo de la parcela es esencial para evitar grandes daños:

  • Mantener un riego adecuado según las condiciones climáticas.
  • Evitar el exceso de abonado.
  • Favorecer la biodiversidad de la parcela/invernadero y permitir así la aparición de depredadores naturales.

Es importante prestar especial atención en la época estival cuando las temperaturas sean altas y el ambiente muy seco.

Si a pesar de todo observamos la aparición de altas poblaciones de ácaros, deberemos utilizar un tratamiento específico.

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